Irán declaró este domingo ante la ONU que serán las fuerzas armadas del país las que decidirán "el momento, la naturaleza y la escala de la respuesta proporcional de Irán" a Estados Unidos, según dijo su embajador ante el Consejo de Seguridad, Amir Saeid Iravani, máxima autoridad iraní en suelo estadounidense.
En una sesión de emergencia solicitada este domingo por su país tras los ataques perpetrados anoche por la aviación estadounidense contra tres plantas nucleares, Iravani recordó que su país se reserva "el derecho total y legítimo de defenderse contra la insolente agresión de EEUU y de su peón israelí".
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Sin embargo, su tono fue moderado y se abstuvo de lanzar amenazas más concretas contra EEUU y sus intereses.
Iravani pintó a su país como "un amante de la paz, miembro fundador de las Naciones Unidas y con 5,000 años de cultura y civilización", atacado por EEUU, "el único estado que ha usado alguna vez armas nucleares, asesinando con ellas a millones de personas en dos ciudades" (Hiroshima y Nagasaki) y que ahora usa el «pretexto» de que quiere impedir a Irán obtener armas nucleares.
Lamentó que "el criminal de guerra (Benjamin) Netanhayu haya conseguido secuestrar la política exterior americana, arrastrando a EEUU a otra guerra costosa y sin fundamento" y que EEUU, "a petición suya, haya elegido sacrificar su propia seguridad simplemente por salvaguardar a Netanyahu".
China, Rusia y Pakistán piden "un alto el fuego incondicional"
Tres países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU -China, Rusia y Pakistán- presentaron ante el organismo un proyecto de resolución para pedir "un alto el fuego inmediato e incondicional" entre Irán, Israel y EEUU afirma el embajador chino ante la ONU, Fu Cong.
Los tres países pasan por ser los principales aliados de Irán en el Consejo en este momento, y es altamente improbable que la resolución pase adelante, dado el derecho de veto con que cuenta EEUU dentro del organismo.
Aun así, la resolución -que no tiene todavía fecha para votarse – utiliza un lenguaje diplomático porque pide, además del alto el fuego, "la protección de los civiles, el respeto por la legalidad internacional y volver al diálogo y la negociación".
Grossi y Guterres evitaron nombrar directamente a EEUU
Aunque se cuidó de criticar a EEUU por su nombre, Grossi resaltó que "la escalada militar pone en peligro las vidas y retrasa cualquier solución diplomática para lograr una certeza a largo plazo de que Irán no logra un arma nuclear".
Una vez más, dijo estar listo para viajar de inmediato a Irán y comenzar negociaciones con todas las partes para garantizar la protección y seguridad de las plantas nucleares y el uso pacífico de la tecnología nuclear.
Antes de Grossi, tomó la palabra el secretario general António Guterres que tampoco citó a EEUU por su nombre pero lo criticó indirectamente cuando dijo que "todos los Estados miembros deben actuar de acuerdo con sus obligaciones según la carta de la ONU y las demás reglas de la legalidad internacional".
Sí se dirigió de forma directa a Irán, recordándole que "debe respetar totalmente el Tratado de No Proliferación, que es un pilar de la paz y la seguridad internacionales".
Una reunión de urgencia
El Consejo nunca se reúne en fines de semana ni festivos salvo en casos de máxima emergencia, como sucede con las guerras o invasiones de países.
Esta es la tercera sesión pedida por Irán desde que Israel lanzó sus ataques contra las instalaciones nucleares del país persa, a los que ayer se sumó Estados Unidos: la primera sesión de emergencia se celebró el viernes 13 y una segunda tuvo lugar siete días después.
Ninguna de esas sesiones anteriores se saldó con una resolución ni tampoco con una declaración común, algo impensable dado el derecho de veto que EEUU tiene sobre las decisiones del Consejo, además de que el conflicto con Irán por su programa nuclear es un tema altamente divisivo dentro del Consejo.
Habitualmente, de las cinco grandes potencias con asiento permanente, Rusia y China suelen alinearse del lado de Irán y los países occidentales en el lado contrario; de hecho, los ataques de ayer de la aviación estadounidense no han sido condenados por Francia ni el Reino Unido, cuyos mandatarios han preferido postear en sus redes sociales sobre la imposibilidad de permitir a Irán desarrollar armas nucleares.